¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE LA CONSTRUCCIÓN TRADICIONAL, LAS CASAS MODULARES Y LAS PREFABRICADAS?

En principio un usuario no debería notar la diferencia en el resultado final, sea cual sea el tipo de construcción elegido. Todas las viviendas deben cumplir con la misma normativa de habitabilidad y el Código Técnico de Edificación.

Sin embargo, hay importantes diferencias en el proceso constructivo que tienen impacto en los plazos, en el precio final, así como en cualquier futuro costo por remodelación, ampliación o reparación.

La construcción tradicional

El método más habitual de edificación en el mundo sigue siendo la construcción tradicional, que actualiza técnicas y materiales utilizados desde la antigüedad. Las casas tradicionales se construyen de forma que prácticamente todo el trabajo se realiza en la parcela donde se construye la vivienda o edificio. Los materiales, los trabajadores, la maquinaria y todo lo necesario se transportan hasta el lugar de la obra y allí se van realizando el proceso de construcción.  Para ejecutar la estructura y los cerramientos, en nuestro país se utilizan habitualmente como materiales principales los ladrillos y el hormigón.

Este proceso a menudo lleva más tiempo del previsto inicialmente debido a su falta de estandarización. Una obra tradicional requiere el concurso de más trabajadores de oficios especializados, y a veces la calidad del resultado depende de la habilidad manual o la experiencia del profesional. De hecho, la falta acuciante de mano de obra especializada es el principal inconveniente al que se enfrenta este método constructivo. El promotor de una construcción tradicional debe estar preparado para imprevistos, como retrasos o incrementos de precio.

Las principales ventajas de este sistema son su fiabilidad, ya que se trata de un método probado lo largo de siglos, y la gran flexibilidad que ofrece al cliente para personalizar su vivienda a medida, siempre que su presupuesto lo permita.

Casas modulares vs prefabricadas

Ambos tipos de sistemas son alternativas a la construcción tradicional que en los últimos años se han abierto hueco en la industria española. Aunque a menudo se confunden, hay diferencias importantes entre viviendas modulares (o industrializadas) y casas prefabricadas.

La vivienda prefabricada es una novedad relativa, hay ejemplos de comercialización de casas por catálogo en EEUU ya a comienzos del siglo XX. La característica distintiva de la casa prefabricada es que se construye y ensambla por completo en un taller industrial. Una vez terminada se transporta, normalmente de una sola pieza, hasta el terreno donde se ubicará. Los únicos trabajos que se realizan en la parcela son el acondicionamiento preliminar del terreno, las acometidas y canalizaciones y la cimentación. Las casas se construyen con diversos materiales en función de la experiencia en cada país, pero el más habitual es la madera.

La construcción industrializada se sitúa a medio camino entre la construcción tradicional y la prefabricada. Las casas modulares comenzaron en los años 70 como una evolución natural de la vivienda prefabricada. Si se renunciaba a la movilidad, era posible ir más allá de la vivienda rodante y construir casas fijas más grandes, pesadas y resistentes, que seguían siendo sensiblemente más baratas que las casas tradicionales de ladrillo y hormigón. Tras unos inicios modestos en España, se prevé que la construcción industrializada suponga entre el 10 y el 20% de la obra nueva antes del final de la década.

En la construcción industrializada también se construyen en la fábrica las diferentes secciones o módulos que van a formar parte de la vivienda, en nuestro caso los paneles y componentes estructurales. Pero, una vez fabricados, los diferentes componentes se transportan a la obra, y es allí donde se van ensamblando como un puzzle.

Tanto las casas modulares como la vivienda prefabricada se pueden construir más rápido y con menos horas de mano de obra que en la construcción tradicional. El futuro propietario puede incluso ganar tiempo porque no necesita esperar a tener todos los permisos para que el taller empiece a construir su casa. Además, como todos los parámetros del proyecto quedan establecidos desde el principio, el cliente cuenta con la seguridad de un precio de edificación cerrado.

Ventajas de la construcción industrializada

La arquitectura industralizada ofrece varias mejoras respecto a la construcción tradicional tales como la reducción de los tiempos de obra, la contención de costes, la flexibilidad en el diseño, la posibilidad de construcción en seco y una mayor sostenibilidad y eficiencia energética.

Las viviendas modulares industrializadas son algo más caras que las casas prefabricadas porque requieren más mano de obra para ensamblarlas en el sitio, pero se pueden construir hasta un 50% más rápido que las viviendas tradicionales aplicando un mejor control de calidad y con menor generación de resíduos. Si descontamos el acondicionamiento de la parcela y la cimentación, la construcción de una casa unifamiliar por el sistema tradicional puede llevar entre 12-15 meses, frente a los 6-8 meses que tardaría en edificarse una vivienda modular similar.

El transporte también impone ciertas limitaciones a las casas prefabricadas. Al estar construidas en una única pieza, en general son más pequeñas y ligeras, mientras que el diseño modular industrializado permite construir viviendas de cualquier tamaño, que además se puede ampliar según las necesidades del clientes con el añadido de nuevos módulos. La resistencia de una casa modular es equiparable a una casa de construcción tradicional.

La modularidad ofrece también ventajas de cara a futuras ampliaciones de la vivienda. Si las necesidades del propietario cambian en el futuro y el terreno disponble lo permite, es posible añadir módulos de habitaciones adicionales sin acometer una costosa reforma estructural.

En INTERBRIQUES hemos desarrollado el sistema 2D AISLABRICK^® 360, una solución de cerramiento de altas prestaciones térmicas para la construcción de vivienda industrializada. Los componentes de AISLABRICK^® incorporan poliestireno expandido (Neopor^®), perfilería galvanizada y un tratamiento especial impermeable e ignífugo por la cara exterior. Es posible añadir una pantalla interior de 6 cm. de mortero/hormigón en aquellos proyectos que lo requieran.

El sistema AISLABRICK^® soluciona los problemas de puentes térmicos y las infiltraciones de aire, e incorpora los premarcos necesarios para la colocación de la carpintería exterior. También incluye la perfilería galvanizada como soporte para el acabado interior directo mediante yeso laminado y el exterior para cualquier tipo de fachada, monocapa, fibrocemento, piedra, cerámica, incluso fachada ventilada.